jueves, 9 de septiembre de 2010

La ventaja de jugar como local

Éste es uno de los temas que genera mucha polémica pues es muy comentado que el equipo que juega como local siempre tiene ventaja. Esto no solo es visible en los torneos de liga de cada país, si no también, se puede apreciar en los torneos de Copa del Mundo de la FIFA.

En los Mundiales en seis ocasiones el local logró levantar la corona: Uruguay 1930, Italia 1934, Inglaterra 1966, Alemania 1974, Argentina 1978 y Francia 1998, mientras que Brasil y Suecia lograron el subcampeonato en su casa en 1950 y 1954, respectivamente. Por su parte, Chile en 1962, Italia en 1990 y Alemania en 2006 lograron el tercer sitio en ‘su' Mundial.

Esta tendencia, explica la FIFA en su página oficial tras consultar a algunos expertos se debe a que "según diversos estudios, el apoyo indefectible del público, verdadero aliciente psicológico, desempeña un papel preponderante en los resultados de un equipo que juegue en casa".

"El hecho de contar con el apoyo de sus espectadores afecta al equipo y aumenta su motivación", explica FIFA.com, "los ánimos impulsan al equipo de casa a desarrollar un juego ofensivo y brillante".

El caso de Corea del Sur es el más destacado, pero no el único, pues también Estados Unidos, en 1994, llegó a octavos de final, Japón en 2002 logró esa misma instancia, mientras que Suiza en 1954 y México en 1970 y 1986 lograron los cuartos de final. En el caso del Tri, han sido sus mejores actuaciones en la historia de la Copa del Mundo.

"El comportamiento hostil de la masa de aficionados hacia el conjunto visitante entraña con frecuencia una reacción negativa en los jugadores y los inhibe", continúa; "los estudios de análisis de los partidos han demostrado que a veces la ventaja del terreno no se debe sólo a una brillante prestación del equipo local sino también al bajo rendimiento de los foráneos".

"Sin embargo, la influencia del público también puede resultar paradójica. El apoyo incondicional puede engendrar cierta presión en los jugadores locales que, a fuerza de querer destacar demasiado, ven frustrados sus esfuerzos y provocan la ira del público impaciente", analiza.

La ventaja de jugar de local, explica la FIFA, se debe a que los anfitriones están acostumbrados al ambiente, mientras que los que llegan de fuera deben adaptarse a un horario, a un clima y a un entorno diferente, lo que le da cierta desventaja. Sin embargo, los locales son más peligrosos por las razones que exponen los siguientes expertos:

"La defensa del territorio sería un factor muy importante, según el etnólogo Konrad Lorenz, este aspecto entrañaría un aumento de la agresividad en los anfitriones. Es decir, un comportamiento que crea una cierta simbiosis entre los jugadores que se alían por una causa común. Ello conlleva un aumento del compromiso, de la combatividad, del afán por batirse para conseguir una victoria".

"El profesor Nick Neave, de la Universidad de Northumbria, ha constatado en dos de sus estudios un aumento del nivel de testosterona superior en el equipo que juega a domicilio al de aquel que se desplaza. Otra observación sorprendente: el jugador con el mayor de nivel de testosterona antes del comienzo del partido es el portero".

"En lugar de satisfacer sus necesidades junto al poste para marcar su territorio, sugiero a los equipos que expongan sus colores en los vestuarios para hacer alarde de su superioridad", recomienda el profesor Neave.

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